Simbioticos, la combinación perfecta para cuidar tu salud

SIMBIÓTICOS, COMBINACIÓN PERFECTA

En nutracéutica se usa la palabra simbióticos para referirse a la combinación de probióticos y prebióticos. Esta mezcla permite crear productos integrales, que entregan los beneficios propios de los bacilos probióticos y perduran en el intestino al contar con el sustrato ideal para “alimentarse” adecuadamente.

Simbióticos, acción protectoraValga aquí recordar la definición que la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO / OMS) en el 2001 – 2002. “microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped”.

Posteriormente la International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics (ISAPP), en el año 2013, a través de un panel de expertos, reiteró la definición “Microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped” (ISAPP., https://isappscience.org/).

Otra definición a tener en cuenta es la determinada por el comité convocado por el ISAPP en el año 2016. Allí se definió a los simbióticos como “un sustrato que es utilizado selectivamente por microorganismos hospedadores que confieren un beneficio para la salud” (ISAPP., https://isappscience.org/).

Beneficios los simbióticos

Al ser los simbióticos la unión o mezcla adecuada de probióticos y prebióticos, es entonces adecuado identificar los beneficios de cada uno.

Entendiendo que el uso de probióticos o prebióticos por separado, está siendo proscrito por la literatura científica.

Además, los preparados actuales que evidencian beneficios para la salud contienen ambos, en las proporciones adecuadas

Beneficios de los probióticos:

Regularmente los probióticos se presentan en compuestos como suplementos dietarios o alimentos. Los probióticos pueden ser usados para mejorar síntomas o cierto tipo de alteraciones orgánicas, sabiendo que se requiere de una cepa específica dependiendo de la afección que se presenta. 

Algunas de las condiciones en las cuales existe consenso frente al uso efectivo de los probióticos son:

  1. Ayudan a disminuir la incidencia o la aparición y también la duración de la diarrea asociada al uso de antibióticos, siendo esta una de las principales indicaciones que hoy día se tienen en los países desarrollados.
  2. Ayudar a controlar o mitigar síntomas digestivos, entre los que se incluyen cólico, dolor abdominal, distensión y timpanismo y otros síntomas asociados a inflamación intestinal.
  3. En lactantes ayuda a disminuir la aparición de cólicos secundarios a la lactancia materna.
  4. Ayudan en la disminución de síntomas asociados a la intolerancia a la lactosa.
  5. Ayuda a disminuir el eccema en niños con antecedentes familiares de atopia y/o en niños atópicos.
  6. Tratamiento de la diarrea infecciosa aguda en niños.
  7. Control y manejo de la infección intestinal por C. difficile en población adulta.
  8. Disminuye la aparición, duración y severidad de la infección respiratoria aguda.
  9. Ayuda a disminuir la aparición de infección intestinal.
  10. Ayuda a disminuir la aparición de infección genito-urinaria en la mujer.

Beneficios de los prebióticos

En prebióticos son: la Inulina, los Fructooligosacáridos (FOS) y los Galactooligosacáridos (GOS). Se han evidenciado acciones positivas en diferente tipo de condiciones de salud.

Los prebióticos pueden actuar localmente en el intestino, produciendo ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que favorecen el crecimiento de bacterias benéficas, especialmente lactobacillus y bifidobacterias, estos ácidos logran un Ph bajo, ayudando a la eliminación de bacterias patógenas, aumentan la absorción de algunos minerales como el calcio y son fuente de energía para las células epiteliales del intestino.

Adicionalmente, van a favorecer el volumen de materia fecal al actuar como fibras (ISAPP., Estado actual de la investigación sobre los mecanismos de acción de los probióticos y prebióticos).

Entre otras, las actividades revisadas de la función de los prebióticos, son:

  1. Salud metabólica: sobrepeso y obesidad, diabetes mellitus II, síndrome metabólico y dislipidemia.
  2. Saciedad
    Estimulación de bacterias productoras de neuroquímicos en el intestino.
  3. Mejor absorción de calcio y minerales, favoreciendo la salud ósea.
  4. Salud de la piel, mejor retención de agua y eritema reducido.
  5. Alergia
    Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII). 
  6. Diarrea del viajero.
  7. Estreñimiento.
  8. Función inmune en ancianos.

(Fuente: Criterios de valoración de salud previstos en los ensayos en humanos de prebióticos administrados por vía oral).

¿Qué efectos tienen los probióticos y los prebióticos sobre el sistema inmune?

El 70% del sistema inmune se encuentra a lo largo del intestino y este juega un papel fundamental en el mantenimiento de la salud inmune y de defensas. Diferentes estudios muestran cómo la microbiota humana en interacción con el intestino, desempeña roles que afectan positiva o negativamente dicho sistema de defensas. Los simbióticos ayudan al sistema de defensas, alojado en el intestinoSiendo los probióticos, microorganismos con efectos asociados a la microbiota del intestino, se ha evidenciado un papel crucial, tanto local como a distancia, en el fortalecimiento del sistema inmune. Sin embargo, no todas las cepas probióticas tienen estos efectos y solo aquellas cepas adecuadamente documentadas y en la cantidad correcta van a entregar un resultado esperado.

A lo largo del intestino existe el tejido linfoide asociado al intestino (GALT), siendo el responsable de la presentación de las sustancias anormales (antígenos, Ag), para la activación del sistema inmune adquirido. 

En el intestino existen aproximadamente 50 géneros de bacterias distintas, con un número de 1.014 bacterias residentes y entre 500 y 1.000 especies (Medina, 2014).

En el intestino se encuentran dos tipos de sistemas linfoides, el primero, bien organizado, es el responsable de inducir los mecanismos de defensa o respuesta inmune (placas de peyer y ganglios linfáticos)  y el segundo, difuso, es efector, es decir,  genera respuestas a distancia y cuenta con linfocitos intraepiteliales y de lámina propia, así denominados. 

La alimentación con lactancia materna favorece el crecimiento y población de la microbiota (flora intestinal) de microorganismos del tipo de lactobacillus y bifidobacterias, y el desarrollo de estas va a generar procesos de competencia frente a patógenos intestinales, impidiendo su desarrollo y los elimina. 

También fomentan la transición y adaptación a los cambios progresivos en la alimentación complementaria, que suele concluir hacia los 12 o 18 meses. 

Otras condiciones asociadas influyen en el desarrollo de la microbiota. Por ejemplo cuando el niño recibe antibióticos, ellos actúan sobre los patógenos y las bacterias saprofitas intestinales por igual.

Además, favorecen el crecimiento de patógenos, que conllevan a otras situaciones como la aparición de diarrea asociada a antibióticos, por ejemplo.

En tal sentido, la actividad sobre el sistema inmune del organismo, tanto de manera local como a distancia, se debe entre otras acciones a:

A través de estos mecanismos de acción, los probióticos activan macrófagos, que favorecen la presentación de Ag a los linfocitos B, aumentando la secreción de IgA, localmente, en el intestino y a nivel sistémico y Modulan el perfil de las citoquinas e inducen tolerancia a antígenos alimentarios (WGO.2017).

Los prebióticos también pueden actuar a distancia. Al interactuar con microorganismos con acción efectora, por ejemplo, sobre el sistema inmune, a través del estímulo para la producción de IgA y la regulación de citocinas.

El hecho mismo de ser los prebióticos, el sustrato óptimo para el mantenimiento de probióticos, la permanencia de los primeros, en el intestino y su actividad, de forma indirecta, fortalece la actividad local de los probióticos.

¿Cuáles son los productos Simbióticos?

Los productos simbióticos suelen ser alimentos, generalmente alimentos funcionales o suplementos dietarios, que cuentan con la combinación apropiada de probióticos y prebióticos.

Los prebióticos usados más comúnmente son la inulina, los FOS y los GOS, que al combinarse con las cepas probióticas escogidas e indicadas, buscan entregar un alivio a los síntomas o afecciones de quien lo consume.

Es importante dejar claro que no todos los productos que combinan prebióticos y probióticos, van a entregar un beneficio para la salud. Esto depende de aspectos como:

Dicho de otra manera, existe una gran cantidad de productos en el mercado que se ofrecen como prebióticos, probióticos o simbióticos que no logran entregar los resultados adecuados al consumidor.

Esto pasa básicamente porque:

Los Simbióticos se convirtieron en una tendencia mundial, para la preparación de alimentos funcionales o suplementos dietarios usados para patologías específicas claramente definidas a través de los consensos internacionales.

Los probióticos están siendo profundamente investigados y se descubren acciones importantes en su interacción con la microbiota intestinal y a distancia en distintos órganos del cuerpo. Estos estudios permitirán la cada vez mayor ampliación de actividad de estos microorganismos dentro del arsenal terapéutico para el médico.

Los prebióticos son fundamentales en los preparados simbióticos, por tratarse del sustrato principal que “alimenta” y genera el disparo de actividades probióticas. Además de tener actividades propias locales y sistémicas.

Existen numerosos preparados en el mercado y es necesario que el consumidor esté bien informado acerca de qué tipos de cepas probióticas van a ofrecer el efecto buscado y necesario en el padecimiento que presenta.

Octavio Dávila

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El consumo regular de probióticos y prebióticos contribuyen a mantener una buena salud

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