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Alimentos funcionales

“somos el resultado de lo que comemos” Hipócrates.

Los últimos años o décadas, han sido prolíficos en la aparición de tendencias universales, que incluyen el cuidado absoluto del medio ambiente, la decisión personal de la vida en soledad o en pareja sin hijos, el acompañamiento por mascotas, pero, sobre todo, nuevos estilos de vida, donde el cuidado de la salud, es el pilar fundamental para obtener una buena vida.

El estudio del bienestar, entendido como “Estado de la persona cuyas condiciones físicas y mentales le proporcionan un sentimiento de satisfacción y tranquilidad” (RAE), es cada vez más importante en la condición de vida del individuo.

La calidad de vida y el bienestar, se obtienen de diversas maneras y las condiciones en que cada individuo aprecia, para él, estos significados, varían de persona a persona.

Sin embargo, existe un consenso en el sentido que el bienestar emocional y por ende, de manera secundaria, el bienestar físico, parten de 5 premisas básicas: una buena higiene de sueño, una alimentación saludable, el control del estrés emocional, el deporte frecuente y la “alimentación” neurológica, entendida esta, como la nutrición que obtiene nuestro cerebro a través de los procesos de aprendizaje, encontrados desde la lectura, la vida cotidiana, etc.

En el último siglo se viene hablando de alimentos funcionales (I.J. Ferreira Montero, 2007).

Es claro que una dieta sana, equilibrada y variada entrega al ser humano los nutrientes necesarios para satisfacer las demandas básicas, de tal manera que se previenen un número de enfermedades, favoreciendo una buena salud.

La aparición de “tendencias” dietarias, como es el caso de la dieta mediterránea, la falta de tiempo para cocinar y el gran aporte de alimentos comerciales, junto al acelerado ritmo de vida actual, hace que grupos enteros de individuos dejen de seguir una dieta adecuada, obviando el consumo de nutrientes necesarios o las cantidades adecuadas.

El aumento de esperanza de vida, que lleva consigo el aumento de la población de mayor edad y por lo tanto el deseo de gozar de una mejor calidad de vida, ha puesto de presente la investigación de alimentos que sean capaces de proveer condiciones para disminuir la carga de enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y cáncer. (I.J. Ferreira Montero, 2007).

La aparición de los alimentos funcionales dentro de la gama de los nutraceuticos, surge por la necesidad de corregir los desajustes alimentarios y sus desequilibrios, así como el aporte suficiente de nutrientes.

La necesidad de aumentar la calidad de vida de los individuos y la aparición de estilos de vida más saludable en los finales del siglo XX y principios del siglo XXI, llevó a la creación de nuevos conceptos en nutrición.

Del concepto de “alimento sano” comprendido como aquel que conserva sus características y capacidad nutricional, se pasa al concepto de “alimento funcional” definido como aquel producto o alimento modificado o ingrediente alimentario, que pueda proveer beneficios a la salud, superiores a los ofrecidos por los alimentos tradicionales (Ashwell,2001)” (Ramos Cormenzana, 2012).

Alimentos funcionales

Los alimentos funcionales van más allá del concepto simple del alimento, se basa en la característica funcional específica y su utilización en la salud humana.

Existen diferentes conceptos o definiciones alrededor de los alimentos funcionales, a continuación algunas de ellas:

El Consejo de Alimentación y Nutrición de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos: “alimentos modificados o que contienen ingredientes que demuestren acciones que incrementan el bienestar del individuo o que disminuyen los riesgos de enfermedades, más allá de la función tradicional de los ingredientes que contienen”.

ILSI (International Life Science Institute) “alimentos que, en virtud de la presencia de componentes fisiológicamente activos, proveen beneficios para la salud más allá de la acción clásica de los nutrientes que contienen”. (Ramos Cormenzana, 2012)

IFIC (Consejo Internacional de Información sobre Alimentos) “todo aquel alimento semejante en apariencia físi¬ca al alimento convencional, consumido como parte de la dieta diaria, pero capaz de producir demostrados efectos metabólicos o fisiológicos, útiles en el mantenimiento de una buena salud física y mental, en la reducción del riesgo de enfermedades cró¬nico-degenerativas, además de sus funciones nutricionales básicas”

FUFOSE de la propia Unión Europea “alimento funcional puede ser un alimento natural, un alimento al que se ha añadido un componente, o un alimento al que se le ha quitado un compo¬nente mediante medios tecnológicos o biológicos. También puede tratarse de un ali¬mento en el que se ha modificado la naturaleza de uno o más de sus componentes, o en el que se ha modificado la biodisponibilidad de uno o más de sus componentes, o cualquier combinación de estas posibilidades”. (I.J. Ferreira Montero, 2007). en ese caso, van a aportar una serie de nutrientes que ayudan fisiológicamente al organismo, con mejora de la capacidad física y mental de quien los consume. Partimos de la necesidad de nuestros niños de tener un optimo crecimiento y desarrollo, manteniendo una optima salud cardiovascular, así como la prevención de enfermedades cardiovasculares, hepáticas y degenerativas. Sin olvidar sistemas tan importantes como el endocrino, ginecológico, digestivo, osteoarticular, renal o nervioso.

Es responsable indicar que una persona sana que sigue una dieta equilibrada, va a ingerir todos los nutrientes que necesita, sin necesidad de hacer uso de alimentos funcionales.

Condiciones determinantes de los alimentos funcionales:

  1. El alimento funcional siempre debe ser un alimento consumido a diario, en la dieta normal del individuo.
  2. Un alimento funcional puede disminuir el colesterol. Esto a pesar de ser beneficioso, es pequeño y a largo plazo (ej. Un fruto seco).
  3. Mejoramiento de los mecanismos de defensa biológica.
  4. Control de las condiciones físicas y mentales.
  5. Control de las condiciones físicas y mentales.

Microbiota humana

Se ha venido cada vez mas estudiando la Microbiota intestinal, los estudios sobre la calidad, cantidad y actividad fisiológica de ella a través de la aplicación de técnicas de metagenomica, superiores a las técnicas de cultivo de microorganismo.

Así, el trasto gastrointestinal, estéril al momento del nacimiento, es un ecosistema que comienza a ser colonizado rápidamente por diferentes microorganismos dependientes de las condiciones ambientales, tipo de alimentación, edad gestacional y tratamientos recibidos por los recién nacidos (campeotto, 2007).

Una vez que la Microbiota intestinal se ha equilibrado, existen mas de 1.000 especies microbianas, que cumplen variadas y diferentes funciones.

Entre otras, se incluye la contribución y promoción del desarrollo del sistema inmune, maduración inmunológica, modulación de la inflamación, control de la energía, homeostasis metabolica-energetica.

Es por todo esto que hoy día se le considera a la Microbiota como un órgano microbiano inserto en un hospedador, teniendo una incidencia en la salud misma del individuo, como en el caso de ciertas enfermedades atópicas y hepáticas, la obesidad, el cáncer intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal y diabetes tipo II. (Cani PD., 2008).

Incluso el proyecto microbioma humano se dirige a estudiar como la Microbiota puede impactar en la salud del ser humano.

Con los conocimientos que se han venido adquiriendo, basados en la genómica y técnicas moleculares se podrán usar estrategias adecuadas para su manipulación en la desviación de una Microbiota desbalanceada, en la prevención de una larga lista de enfermedades y en el diseño de nuevos y específicos productos. (Alfonso valenzuela B., 2014, Julio.).

El progresivo conocimiento de los genes de la interacción procariota (células sin núcleo definido), eucariota (células con un núcleo definido), de su comunicación o del polimorfismo genético en los diferentes individuos, hace pensar y considerar el futuro del uso de probióticos, prebióticos, simbióticos y alimentos funcionales tendrá en los próximos años un crecimiento extraordinario.

Existirá entonces cada vez mas estudios basados en resultados científicos para la aplicación de los productos que contengan este tipo de componentes.

¿Por qué usar o consumir alimentos funcionales?

Los alimentos funcionales, permiten al organismo aprovechar adecuadamente la oferta de “partes” nutricionales adecuadas para la salud.

Existe una cantidad importante de oferta de este tipo de productos y siempre que su elaboración cuente con las condiciones y guías internacionales de elaboración y aporte, van a ser provechosos para la salud.

Son fáciles de consumir, están listos y con el aporte energético y nutricional necesario.

Conclusiones

Alimento funcional no es cualquier alimento, es una parte de el, que FUNCIONA activamente en el organismo y tiene acciones particulares en el ecosistema humano.

La microbiota humana, desempeña un papel fundamental en el organismo y es el responsable de un nivel de equilibrio que, desde nuestro intestino, interactúa localmente y a distancia, con la optima función de los órganos del cuerpo.

La rutina habitual del consumo de este tipo de productos, debe ser un habito adquirido, con el objetivo de lograr sus beneficios dentro de nuestro cuerpo.

Las características específicas del alimento funcional, son fundamentales para la seguridad de sus beneficios en nosotros, los consumido

Bibliografia

Ramos Cormenzana, A. a. (2012). Probioticos y Salud. Madrid. ESPAÑA: Ediciones Diaz de los Santos.

campeotto, F. W.-D.-P. (2007). Mise en place de la flore intestinale du nouveau-né. . Gastroenterologie Clinique et Biologique 31, 533 – 542.

Cani PD., D. N. (2008). Role of gut microflora in the development of obesity and insulin resistance following high-fat diet feeding. Pathologie Biologie 56, 305 – 309.

I.J. Ferreira Montero, E. L. (2007). Alimentos funcionales y nutraceuticos. Madrid: Sociedad Española de cardiologia.
Alfonso valenzuela B., R. V. (2014, Julio.).

Alimentos funcionales, nutraceuticos y foshu: ¿vamos hacia un nuevo concepto de alimento? Revista Chilena Nutricional, 198-204.res.

Cada vez existen mas y mejores estudios médicos y científicos, que desarrollaran en las futuras décadas el mundo de los alimentos funcionales.

Texto redactado por Octavio Davila | Dirección Científica | IMFEN S.A.S.

Octavio Dávila

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