Prebióticos

El concepto de prebióticos es más reciente que el de probióticos, habiéndose propuesto inicialmente por Gibson y Roberfroid en 1995 [2]. Los aspectos claves de un prebiótico se basan en el concepto: “el huésped no los puede digerir y que beneficia la salud del individuo gracias a su influencia positiva sobre los microbios beneficiosos nativos”.

La administración o el uso de prebióticos o probióticos busca influir sobre el ambiente intestinal dominado por trillones de microbios comensales, para beneficiar la salud humana. (world Gastroenterology Organization , 2017).

¿Qué son los prebióticos?

“Los prebióticos son ingredientes alimentarios que tienen el potencial de beneficiar al hospedador por estimulación selectiva del crecimiento de ciertos microorganismos en el tracto gastrointestinal” (FAO/WHO, Piñeiro y col., 2008). Los oligosacáridos presentes en la leche humana son prebióticos. (Probioticos y Salud)

alimentos-prebioticos

Los prebióticos son ingredientes alimentarios no digeribles que selectivamente soportan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Estudios de investigación sugieren que los prebióticos pueden mejorar la salud digestiva, la salud del corazón, el manejo del peso y la absorción de nutrientes específicos. (world Gastroenterology Organization , 2017).

El término prebiótico se refiere a aquellos alimentos que contienen ingredientes que el organismo no es capaz de digerir, pero que tienen la capacidad de mejorar la salud al promover el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas (como los probióticos). Aquí se encuentran los fructooligosacáridos, fibra soluble con fructosa, presente en ciertos alimentos vegetales. (Ramos Cormenzana, 2012).

Usos Aceptados de los Prebióticos

Se ha demostrado que distintos oligosacáridos pueden estimular a las bifidobacterias en el tracto gastrointestinal (TGI). Incluso, estas bifidobacterias pueden crecer a niveles similares, al crecimiento asociado a alimentación con leche materna. Se parte del supuesto que el aumento de las bifidobacterias colónicas resulta beneficioso para la salud humana produciendo compuestos que inhiben a los potenciales patógenos, reduciendo los niveles de amoníaco, y produciendo vitaminas y enzimas digestivas. (world Gastroenterology Organization , 2017).

Al comportarse los prebióticos como fibra, adquieren sus propiedades mediante distintos mecanismos: es sustrato de elección para bacterias intestinales beneficiosas (Bifidubacterium), y al ser fermentados en el intestino, reduce la acidez del medio, disminuyendo la proliferación de bacterias patógenas y la producción de sustancias tóxicas [2].

inulina

La inulina y los fructooligosacáridos (FOS) son los prebioticos más ampliamente usados. (Famaro y Vigi, 2008, Moreno Villares, 2008). Las fuentes naturales de altas concentraciones de inulina son la achicoria, la cebolla, los alcauciles y el ajo. La inulina está compuesta por una cadena de 20 moléculas de fructosa unidas a una molécula de glucosa terminal y puede ser hidrolizada enzimáticamente para dar cadenas de fructosa de bajo peso molecular que se conocen como Fructo Oligo Sacáridos (FOS). (Ramos Cormenzana, 2012)

La Inulina además está clasificada como alimentos considerados seguros (GRAS), lo que asegura su consumo seguro y libre de efectos inadecuados.

Los prebióticos son sustancias de la dieta (que fundamentalmente consisten en polisacáridos y oligosacáridos que no son almidón). Es decir, se trata de hidratos de carbono, que tienen la capacidad de degradarse por acción enzimática dando lugar a un producto más sencillo.

Categorías de los Prebióticos

La mayoría de los prebióticos se utilizan como ingredientes alimentarios—en galletas, cereales, chocolate, cremas untables, y productos lácteos, por ejemplo. Entre los prebióticos comunes conocidos se encuentran:

  1. La oligofructosa
  2. Inulina
  3. Galacto oligosacáridos
  4. Lactulosa
  5. Oligosacáridos de la leche materna

La lactulosa es un disacárido sintético utilizado para el tratamiento del estreñimiento y de la encefalopatía hepática. El prebiótico oligofructosa se encuentra naturalmente en muchos alimentos, tales como trigo, cebolla, bananas, miel, ajo y puerro. La oligofructosa también se puede aislar de la raíz de achicoria o se la puede sintetizar por métodos enzimáticos a partir de la sacarosa.

Características de los prebióticos

Para que una sustancia o grupo de sustancias pueda ser catalogada como un prebiótico, debe cumplir una serie de requisitos:

  1. Ser de origen vegetal.
  2. Formar parte de un grupo muy heterogéneo de moléculas complejas.
  3. No ser digerido por las enzimas digestivas.
  4. Ser parcialmente fermentada por las bacterias colónicas.
  5. Ser osmóticamente activa.

Toda fibra dietética debe llegar al intestino grueso sin haber sido transformada digestivamente (Trowell y col., 1976). Las bacterias del colon, que tienen numerosas enzimas digestivas de gran actividad metabólica, la pueden degradar dependiendo de su composición química y de su estructura (Ramos Cormenzana, 2012).

Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), productos de un proceso metabólico, son ácidos grasos volátiles que en su mayoría se absorben rápidamente. Algunos de estos son el butirato, el acetato y el propionato. El butirato aporta mayor cantidad de energía y desempeña importantes funciones en la biología del colon. El butirato suministra la mayor parte de la energía que necesitan las células de la mucosa colónica. Además, estimula el crecimiento y la diferenciación de estas células. (2)

Diferentes trabajos muestran el efecto dosis-respuesta de la ingesta de inulina y FOS. La ingesta de altas cantidades puede generar flatulencia en algunas de las personas que los consumen, por lo que se recomienda que la ingesta sea menor a los 5 g por día, que se evidencia es mejor tolerada. Este valor de consumo nutricional diario es suficiente para demostrar el efecto bifidogénico en los diferentes estudios.

Conclusión

Los prebióticos demuestran una serie de actividades beneficiosas a lo largo del intestino, principalmente en el colon, donde son fuente de fermentación parcial y por lo tanto de “alimento” para bacterias “buenas” que mejoran actividades intestinales, como el tránsito, mejorando el estreñimiento entre otros.

Los principales prebióticos, al ser osmóticamente activos, fortalecen la formación de bolo fecal, la eliminación de patógenos intestinales y ayudan a “limpiar” el colon.

Los prebióticos, son alimento para los probióticos, y son fundamentales para la funcionalidad de estos últimos.

Los prebióticos nos aportan la mejor fibra de tipo natural que además, de manera complementaria, otorga acciones adicionales para la mejor funcionalidad del tracto gastrointestinal.

Documento elaborado por Octavio Davila | Dirección Científica | IMFEN S.A.S.

Bibliografia

World Gastroenterology Organization. (2017). Probióticos y Prebióticos. En Guías Mundiales de la Organización de Gastroenterología.

Fátima Nader-Macias, M. M.-S.-C. (2012). PROBIÓTICOS, PREBIÓTICOS, SIMBIÓTICOS, NUTRACÉUTICOS: DEFINICIONES Y ÁREAS DE APLICACIÓN. En PROBIÓTICOS Y SALUD (págs. 4-19). Madrid: Ediciones Díaz de los Santos.

Mattia, A. M. (2008). Regulation of probiotic substances as ingredients in foods: premarket approval or «generally recognized as safe» notification. Clinical Infectious Diseases 46, S 115 – 118.

Donnohue, D. (2006). Safety of probiotics. Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition 15, 563-569.

Ramos Cormenzana, A. a. (2012). Probioticos y Salud. Madrid. ESPAÑA: Ediciones Díaz de los Santos.

Octavio Dávila

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